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BARROCO: EL ÉXTASIS DE SANTA TERESA

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Aquí os dejo una imagen interactiva que he hecho con Genially:

BARROCO: EL PALACIO DE VERSALLES

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Aquí os dejo un Genial.ly que he hecho del Palacio de Versalles:

AUSTRIAS: CARLOS II

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Carlos II había nacido el 6 de noviembre de 1661, cinco días después de la muerte de su hermano Felipe Próspero, lo que al soberano le pareció un venturoso augurio para la continuidad de su estirpe. Pero el pequeño ya mostraba una salud precaria.  De hecho, hasta los seis años no pudo caminar, y a los nueve lo hacía con dificultad. También su formación intelectual era deficitaria.  Sus dolencias y la preocupación por su salud hicieron que su educación pasara a un segundo término, de manera que a los nueve años hablaba torpemente, no sabía leer ni escribir y sólo podía contar hasta cien. El pequeño creció en el sombrío Alcázar de Madrid, sin compañía de chicos de su edad; su madre, Mariana de Austria, temerosa de cualquier percance, evitaba que practicase esgrima, equitación o cualquier actividad física. Cuando en 1665 murió Felipe IV, el futuro de su desmedrado hijo parecía de lo más incierto; tanto, que, en 1668, el emperador Leopoldo y Luis XIV de Francia –el Rey Sol– pac

AUSTRIAS: FELIPE IV

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Felipe IV (Valladolid, 1605 - Madrid, 1665) Rey de España (1621-1665), hijo y sucesor de Felipe III. Durante el largo y crucial reinado de Felipe IV la monarquía hispánica, en la pendiente de la decadencia económica y política, vivió los últimos esplendores del Siglo de Oro y hubo de aceptar la pérdida de la hegemonía en Europa, después de guerras agotadoras y una grave crisis interna.  Su valido fue El Conde-Duque de Olivares Felipe IV, sensible e inteligente por naturaleza, escudaba su timidez, como su abuelo Felipe II, tras la compostura ceremonial. Fue muy buen deportista, gran jinete y apasionado por la caza. Su evolución física y anímica puede seguirse en los numerosos retratos de Diego Velázquez, su pintor de cámara, que lo inmortalizaría en diversas actitudes. Amante de los placeres y de voluntad un tanto débil, pero dotado de una notable cultura y aficionado a la música y al teatro, su profunda religiosidad estuvo siempre en conflicto con su temperamento sensua

AUSTRIAS: EL CONDE-DUQUE DE OLIVARES

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Gaspar de Guzmán y Pimentel, el conde-duque de Olivares, es uno de los validos más conocidos de la historia moderna española. Fue valido y consejero del rey Felipe IV y muchas de sus decisiones fueron trascendentales para el futuro del país. Nació en Roma el 6 de enero de 1587. Era hijo de los condes de Olivares, Enrique de Guzmán y María de Pimentel y Fonseca. Pertenecían a una rama menor del linaje de los Medina Sidonia. Cuando era joven, estudió en Salamanca estudios eclesiásticos, siendo incluso nombrado rector por sus compañeros en 1603. Abandonó sus estudios cuando sus dos hermanos mayores fallecieron y acudió a la corte con su padre. Éste fallecería en 1607, lo que dejó a Gaspar a cargo del mayorazgo y recibió el título nobiliario perteneciente a su padre. Se trasladó a Sevilla, donde otorgó mecenazgo a diversos artistas y literatos, y contrajo matrimonio con Isabel de Velasco, una de las damas de honor de la reina Margarita. Gracias a este enlace, pudo acceder con

AUSTRIAS: FELIPE III

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Felipe III de España (Madrid, 1578-1621) Rey de España y Portugal, hijo de Felipe II, a quien sucedió en 1598. La muerte de Felipe II marcó el fin de un sistema político y el inicio de otro régimen de gobierno. Los reyes españoles del siglo XVII se limitaron a cumplir los deberes burocráticos de la Corona, dejando el poder en manos de personas de su absoluta confianza, los validos. Su valido fue el Duque de Lerma  Con Felipe III revivieron las luchas cortesanas entre favoritos, ávidos de poder. De este modo, la introducción del régimen de privados permitió a la alta nobleza castellana usufructuar el poder que desde comienzos del siglo XVI, dado el prestigio de la monarquía, habían visto reducido. Pudo ser necesario para suplir la insuficiencia personal del monarca, y ciertamente Felipe III, místico e indolente, no brilló por su inteligencia ni por su energía; lo lamentable fue la escasa altura de los privados, quienes decididos a conservar el dominio político a toda costa,