LOS MÉDICOS EN LA PESTE NEGRA
El doctor de la peste
Para hacer frente a la pandemia nació el doctor de la
peste negra, los cuales eran médicos especializados en atender a los infectados
por esta enfermedad. Estos doctores eran contratados por los pueblos, y
atendían a ciudadanos de todas las clases sociales: tanto ricos como pobres.
Cuando no había doctores suficientes, se contrataba personas de otras
profesiones para que ayudaran a los infectados. Teniendo en cuenta el riesgo de
esta tarea, era muy difícil encontrar personas dispuestas a hacer el trabajo,
muchos de ellos morían y otros huían. Cuidaban de los enfermos, se deshacían de
los cadáveres, hacían autopsias, y llevaban un listado en el registro público
de las muertes causadas por la peste.
Para tratar a los enfermos hacían sangrías, utilizaban
sapos y sanguijuelas cada día, aunque no surtía mucho efecto. El doctor de la
peste más famoso fue Nostradamus, el cual daba consejos como eliminar cuerpos
infectados, tomar aire fresco, tomar agua limpia, beber un jugo preparado con escaramujos
y no sangrar al paciente. Nostradamus fue un referente para detener la pandemia
de la peste negra.
Traje de Doctor de la Peste
Máscara original de médico de la peste. En los siglos
XVII y XVIII los médicos de la peste negra idearon unas máscaras para
protegerse del “mal aire” y evitar el contagio. Estas máscaras tenían lentes en
los ojos y una cavidad alargada en la nariz, donde se colocaban hierbas
aromáticas y drogas que filtraban el aire del exterior. Esta cavidad medía
aproximadamente medio pie de longitud, tenía 2 pequeños orificios respiraderos,
y su forma era muy similar al pico de los pájaros. En el pico se utilizaban
sustancias como ámbar gris, hojas de menta, estoraque, mirra, láudano, pétalos
de rosa, alcanfor, clavo de olor y paja.
La ropa de los médicos era muy variada, aunque en 1619
Charles de L’Orme inventó un uniforme que fue el más popular. Esta vestimenta
consistía en una túnica de tela gruesa encerada, y una blusa introducida en los
pantalones, los cuales se amarraban a unas botas. También portaban sombrero y
guantes para que la piel no estuviera en contacto con el aire. Todo el traje se
fabricaba con cuero de cabra.
Los doctores de la peste tenían un accesorio común, un
bastón de madera que utilizaban para examinar a los pacientes sin tener que
tocarlos. Algunos infectados pensaban que la peste negra era un castigo de
Dios, y pedían a los doctores que los golpearan con el bastón para resarcir sus
pecados.
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