AUSTRIAS: EL DUQUE DE LERMA
(Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma; Tordesillas,
Valladolid, 1553 - Valladolid, 1625) Aristócrata español, valido del rey Felipe
III. Era hijo del marqués de Denia y nieto de San Francisco de Borja. Protegido
por su padre y por su tío, arzobispo de Sevilla, se educó en la corte de Felipe
II. Gradualmente se ganó la confianza del príncipe heredero, hasta el punto de
aconsejar su alejamiento de la corte nombrándole virrey de Valencia (1595-97).
Llamado de nuevo por el príncipe, que le nombró su
caballerizo mayor como hombre de confianza, el acceso al trono de Felipe III
tras la muerte de su padre en 1598 le permitió hacerse con el poder en la
corte. Francisco de Sandoval y Rojas alejó a los cortesanos más influyentes del
reinado anterior y restringió en beneficio propio el acceso a la persona real
(organizando continuos viajes del rey e incluso trasladando la corte a
Valladolid entre 1601 y 1606). Situó a la gente de su Casa en los puestos clave
del poder (oficios de Palacio, secretarías, juntas y consejos) y empleó los
recursos de la Monarquía para fortalecer su propia red clientelar mediante el
ejercicio del patronazgo.
Las mercedes reales y el poder omnímodo del que dispuso le
permitieron amasar una gran fortuna y engrandecer su Casa con nuevos
privilegios, títulos, cargos, rentas, territorios y enlaces familiares. Nacía
así la figura del valido, ministro todopoderoso propio de los llamados
«Austrias menores» (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), monarcas teóricamente
absolutos, pero alejados en la práctica de la gestión política por una mezcla
de incapacidad e indiferencia; en el caso de Felipe III era más bien por
indiferencia, que Lerma acentuó cultivando la inclinación del rey por la caza,
el juego y los deportes.
La política del duque de Lerma comenzó por la reforma de los
órganos de gobierno de la monarquía, fortaleciendo las Juntas en detrimento de
los tradicionales Consejos, a fin de ganar en agilidad y carácter ejecutivo, al
tiempo que se acrecentaba el poder del valido y sus partidarios. En lo
exterior, impuso una política pacifista, reconociendo con realismo las
dificultades financieras y militares por las que atravesaba el país: firmó la
paz con Francia, Inglaterra y, sobre todo, con Holanda (Tregua de los Doce
Años, 1609). La paz permitió reconstruir la Hacienda Real y la explotación de
los metales americanos. También fue obra de Lerma la expulsión de España de los
moriscos en 1609-14.
Lerma hubo de hacer frente a una facción rival encabezada
por su propio hijo, el duque de Uceda, y auspiciada por la reina, que recibiría
un inesperado refuerzo por parte de los jefes militares procedentes de Flandes
que regresaban a la corte y cuestionaban la política pacifista; el rey recibía
memoriales contra los abusos de su valido, mientras en la calle circulaban
rumores y pasquines en el mismo sentido. Los enemigos del duque de Lerma
aprovecharon en su favor el fracaso del sistema de Juntas, los excesos de
nepotismo, avaricia y corrupción cometidos en el ejercicio del patronazgo regio
suplantado por el valido y los errores de éste en su relación con las Cortes
castellanas.
Lerma fue perdiendo capacidad para situar a sus candidatos
en puestos de poder y, en consecuencia, para atraer partidarios; hasta que,
perdido también el favor real, hubo de dejar el poder y retirarse a sus
dominios en 1618 (con ello salvaguardaba los intereses familiares, ya que le
sustituía en la privanza del rey el duque de Uceda, que era hijo suyo).
Antes, y para ponerse a salvo de represalias, se hizo
nombrar cardenal en 1618 (y se ordenó sacerdote en 1619), por lo que quedó a
salvo del proceso que se abrió contra él y sus «hechuras»; no obstante, el
proceso le fue muy desfavorable y murió en medio del mayor desprestigio, después
de ver cómo moría su antiguo amigo y protector Felipe III (en 1621) y cómo su
hijo perdía el poder en favor del conde-duque de Olivares, para morir él
también (en 1624). La línea pacifista seguida por la Monarquía se rompió
inmediatamente con el inicio de la Guerra de los Treinta Años (1618-48).
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